Reflexiones sobre la lectura

Si no has leído el famoso libro de Cincuenta sombras de Grey y piensas leerlo, es mejor que no sigas con esta entrada.

Ante todo quiero recordaros que no soy crítica de libros, ni tan siquiera "entendida" de nada. Sólo quiero compartir con vosotros las reflexiones sobre esta lectura.

Me costó mucho trabajo empezar a leerlo, aunque sólo fuese porque eran los libros más vendidos durante las Navidades de 2012 en toda Europa. Ha sido un fenómeno comentado en todos los sitios, y para el día de los enamorados, se ha vendido la trilogía con una selección de juguetes eróticos basados en las novelas. Era la pregunta de moda, has leído ya las 50 sombras??

Bueno, pues ya he leído el primero y lo que digo de él es que me ha decepcionado la forma en que está escrito. 

Me parece pobre de vocabulario. No sé si es cosa de la autora, de la traducción o es intencionado el hecho de repetir continuamente los mismos adjetivos que en realidad no dicen gran cosa, como: impecable, elegantísimo,... 
Habla continuamente de la "diosa que llevo dentro" que a mi personalmente me repatea, me suena mal, francamente mal. Esto ha sido lo peor, porque muy a menudo habla con ella o de ella.

Los primeros capítulos fueron los más duros, porque no podía evadirme de la escritura y centrarme sólo en la historia, que en realidad es la de un príncipe moderno (con tanto lujo como si fuese un jeque árabe) y una chica "normal". Es decir, Corin Tellado a lo moderno. Con sexo, que antes era impensable.

Hacia el final el libro consigue engancharte, porque hay eso que a casi todas las mujeres nos gusta y es una historia de amor en toda regla. Con todos los tópicos típicos.
Corta el primer libro justo en el momento en que tu no vas a poder quedarte sin saber qué es lo que pasa y por eso comienzas con el segundo.

Es muy comentado el rollo sádico y masoquista del libro y a mi me parece que es bastante suave en este sentido. Todo es consentido y con el objetivo de dar placer. Si hubo realmente una historia dura, fue en el pasado de él, por lo que queda suspendido en el tiempo. Además, existe por supuesto, una justificación para la "maldad" de él: fue un niño maltratado y no fue querido en su infancia. Su adolescencia no fue mucho mejor.

Bueno, dicho todo esto, a mi me ha servido para reflexionar sobre algunas cuestiones fundamentales, como por ejemplo los límites, nuestros límites. 

Me refiero, a la sumisión. No somos todos un poco sumisos en nuestras relaciones de afecto? No hacemos cosas por amor que si no estuviésemos enamorados quizá no habríamos hecho? No basamos un poco de nuestra felicidad en la felicidad del otro? No disfrutamos con la alegría, la felicidad y la complacencia del otro?
El quid de la cuestión está en no sobrepasar el límite, verdad? 

Ocurre un poco lo mismo con los celos (tan presentes en el libro). Una punzada de celos, puede ser halagadora  Pero una vida de celos, no puede y no debe permitirse. Otra vez más el punto esencial es el límite.

Tenemos que aclarar nuestros límites en las relaciones emocionales y eso no se consigue más que viviendo. 

Los límites no aparecen en nuestras vidas por ciencia infusa, se aprende a base de ensayo: acierto/error. Cuantas más veces no hayamos equivocado, más seguros estaremos de dónde no queremos estar. Casi siempre es más fácil saber qué es lo que no queremos, que lo que queremos.

Por eso, vamos a vivir. Vamos a compartir nuestras vidas, a vivir experiencias nuevas, a explorar lo desconocido, a inventar nuevas formas de vida.



Seguiremos más adelante con las sombras de Grey, o de la vida. 







Ahora te enseño otra gargantilla nueva. 

El cordón esta realizado con seda y cadena de bolitas en color plata vieja. Está trenzado a mano.